Quebec y su “fragancia” primaveral: lo que nadie te dijo

Quebec y su “fragancia” primaveral: lo que nadie te dijo

Si vives en Quebec o has pasado por aquí en primavera o verano, seguro te ha pasado: sales de tu casa, tomas una bocanada de aire fresco esperando oler las flores, los árboles en flor, la libertad… y ¡zas! Un olor fuerte, penetrante y, siendo sinceros, bastante desagradable te golpea la nariz. No es el escape de gas de tu vecino ni la basura que alguien olvidó recoger. No, amigos, es el inconfundible «perfume» de la vida rural.

Yo misma me lo he preguntado muchas veces: ¿por qué demonios huele tan mal en ciertas zonas cuando llega el calor? Después de mucho investigar (y aguantar el olor), encontré la respuesta. Así que, si alguna vez has fruncido la nariz y te has preguntado qué es ese aroma «natural» en el aire, sigue leyendo.

¿De dónde viene este olor tan «peculiar»?

La respuesta corta: el estiércol. Sí, así de simple. Quebec es una provincia con una enorme industria agrícola, y eso significa muchas vacas, cerdos y gallinas haciendo lo que mejor saben hacer: producir desechos. Pero como en invierno el suelo está congelado y no se puede fertilizar, los agricultores almacenan ese valioso «oro marrón» en fosas enormes hasta que llega la primavera. Y cuando el sol empieza a calentar… ¡boom! Esparcen todo ese estiércol en los campos, como fertilizante natural.

Así que sí, cuando el aroma a «naturaleza extrema» invade el aire, significa que los agricultores están en plena faena preparando los campos para la cosecha. Lo que para nosotros es un ataque olfativo, para ellos es una señal de productividad.

Pero, ¿por qué huele tan fuerte?

No es solo porque es estiércol (que ya de por sí no huele a rosas). Hay toda una ciencia detrás de esto. Al descomponerse, el estiércol libera varios gases que hacen que el olor sea aún más intenso:

  • Amoníaco: Ese olor fuerte y punzante que te hace querer contener la respiración.
  • Sulfuro de hidrógeno: El culpable del clásico aroma a huevo podrido.
  • Metano: Aunque no huele, se libera junto con los otros gases y contribuye a la intensidad del «perfume».

Cuando todo eso se libera al aire, especialmente en días calurosos y húmedos, el resultado es una nube de «fragancia» difícil de ignorar.

¿Por qué solo pasa en primavera y verano?

En invierno, la nieve y el frío extremo hacen que los agricultores no puedan esparcir el estiércol. Si lo hicieran, simplemente se congelaría en la superficie y no serviría de nada. Por eso, lo almacenan en depósitos especiales hasta que el suelo se descongela y puede absorber los nutrientes.

Cuando llega la primavera y la temperatura sube, es el momento perfecto para vaciar esos depósitos. Y claro, cuanto más calor hace, más rápido se descomponen los desechos y más fuerte se vuelve el olor. Así que, si en un día soleado sientes que el aire «huele a granja», ya sabes por qué.

¿Se puede hacer algo para reducir el olor?

Sí y no. Los agricultores han implementado algunas estrategias para minimizar el impacto olfativo:

  1. Cubrir los depósitos de estiércol para evitar que los gases se liberen antes de tiempo.
  2. Enterrar el estiércol en lugar de esparcirlo en la superficie, lo que reduce la evaporación de los compuestos malolientes.
  3. Compostarlo para acelerar su descomposición y reducir el mal olor.
  4. Usar aditivos que neutralizan parte de los gases más intensos.

Pero, por mucho que intenten, el olor siempre va a estar ahí. Es parte del ciclo de la vida agrícola y, para bien o para mal, una señal de que la naturaleza sigue su curso.

¿Es peligroso respirar ese aire?

Por suerte, el olor es más molesto que peligroso. En concentraciones muy altas y en espacios cerrados, gases como el amoníaco o el sulfuro de hidrógeno pueden ser tóxicos. Pero en áreas abiertas, como los campos de Quebec, el riesgo es mínimo. Eso sí, si tienes alergias o problemas respiratorios, puede que te cause algo de irritación en la garganta o los ojos. Nada grave, pero sí incómodo.

¿Uno se acostumbra a esto?

La respuesta es… depende. Los que llevan años viviendo en zonas rurales dicen que ya ni lo notan. Esto se debe a algo llamado «fatiga olfativa»: tu cerebro se acostumbra a un olor cuando está expuesto a él constantemente y deja de registrarlo con la misma intensidad. Pero si eres nuevo en la zona o vienes de la ciudad, seguro que vas a necesitar un buen tiempo para adaptarte (o al menos un buen par de velas aromáticas en casa).

¿Qué hacer si el olor te resulta insoportable?

Si vives en una zona donde el olor es especialmente fuerte en primavera y verano, aquí van algunos consejos:

  • Cierra las ventanas en los días en que los agricultores estén fertilizando los campos.
  • Usa un purificador de aire con filtro de carbón activado.
  • Evita salir en las horas más calurosas del día, cuando el olor es más intenso.
  • Sé paciente. No dura todo el año, solo unas pocas semanas en primavera y verano.

Cuando la vida te da estiércol…

Québec es hermoso, pero tiene sus particularidades. Y una de ellas es que, en ciertas épocas del año, el aire puede oler… digamos que «demasiado natural». Pero al final del día, esto es solo una parte más de vivir en una región con tanta actividad agrícola. ¿Molesto? Sí. ¿Evitables? No tanto. ¿Una buena excusa para hacer una escapada a la ciudad cuando el olor está en su punto máximo? Definitivamente.

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