Hoy quiero hablarles de un fenómeno que cada año nos llena de ilusiones (y desilusiones) a quienes vivimos en Quebec: la famosa falsa primavera. Si llevas un tiempo aquí, seguro que ya te acostumbraste a este engaño meteorológico. Y si acabas de llegar, prepárate, porque esto te puede sorprender (o deprimir un poquito, depende de cómo lo tomes 😅).
¡La primavera llega! ¡Mentira!
A ver, la teoría dice que la primavera empieza el 21 de marzo. Pero seamos sinceros, eso es pura formalidad. En la práctica, marzo sigue siendo un mes de invierno disfrazado y, en muchos casos, abril también. He visto nevar hasta la tercera semana de abril (y no una nevadita simbólica, sino nieve de verdad). Así que cada vez que alguien me dice «¡Pronto llega la primavera!», mi cerebro responde: «¿Seguros?» ⛄️🌧️

Aquí, en Quebec, la naturaleza es cruel. Un día te regala un solecito con 10 grados y la gente sale con suetercito ligero creyendo que por fin se acabó el invierno. Al día siguiente, te despiertas con -5 grados y una nevada que te hace arrepentirte de haber guardado las botas. Eso, amigos, es la falsa primavera.
La marmota y su «predicción»
Cada 2 de febrero, la gente sigue con interés la predicción de la marmota. Si ve su sombra, seis semanas más de invierno. Si no la ve, la primavera llega «pronto». Pero, sinceramente, esa marmota no ha vivido en Quebec porque, sombra o no sombra, aquí la nieve sigue hasta bien entrado abril.
Por eso, los que vivimos aquí aprendimos a no emocionarnos. «¡Cálmate, faltan unas cuantas nevadas más!» es la frase oficial de esta temporada.
El mantra de los inmigrantes
Cada vez que me toca quitar la nieve de mi entrada o de mi carro en marzo (y a veces en abril), repito un mantra muy popular entre los inmigrantes: «We don’t have earthquakes, we don’t have hurricanes, we don’t have alligators!» (No tenemos terremotos, no tenemos huracanes, no tenemos cocodrilos). Y oye, no sé si es resignación o una forma de agradecimiento, pero al menos funciona para calmar la frustración.
La trampa del cambio de clóset
Un error de principiante: guardar la ropa de invierno en marzo. Amigos, esto no se hace. En Quebec, sacar la ropa primaveral demasiado pronto es tentar al destino. Apenas guardas las botas y el abrigo, el clima decide darte una lección con una tormenta inesperada. Por eso, aquí hay una regla de oro: no guardes la ropa de invierno hasta mayo. Y si vives en el norte de la provincia, mejor espérate hasta junio.
La nieve en primavera: aceptarla o sufrirla
Aunque nos quejemos, la falsa primavera tiene su encanto. Ver la nieve mezclada con los primeros brotes verdes es curioso (si lo miras con buenos ojos). Además, nos recuerda que la paciencia es clave para sobrevivir en Quebec. Y que, aunque el invierno sea largo, eventualmente el calor llegará.
Así que, si eres nuevo por aquí, mi consejo es: no te dejes engañar por los primeros días soleados, no guardes tu abrigo todavía y ten paciencia. La verdadera primavera llegará… algún día. ✨🌿🌧️