¡Qué locura fue esa! Cuando llegué a Quebec, me sorprendieron muchas cosas, y una de ellas fue el trato que se les da a los perros en esta provincia. Vengo de Venezuela, donde las perritas que teníamos en casa no paraban de ladrar, especialmente si había algo que les llamara la atención, como niños jugando en la calle. Pero, cuando conocí a una familia peruana en Quebec, me di cuenta de que aquí las cosas vaya que son diferentes!
El Misterioso Silencio de los Perros en Quebec
Estaba en casa de esta familia, con tres perros, y me sorprendió cómo, a pesar de que había niños jugando en la calle, los perros lucian estresados pero no hacían ni un solo ruido. Recordé a mis perritas en Venezuela, que habrían estado ladrando como locas, y me pregunté: «¿No quieren jugar también?» Fue entonces cuando la dueña me contó que los perros solían ladrar mucho hasta que compraron un aparato que, según ella, «los ayudó» a controlar el ladrido. El dispositivo emite un sonido que es imperceptible para el oído humano, pero bastante molesto para los perros. Esto les impide ladrar. Para mí fue una locura. Le sugerí que lo dejaran de usar, aunque me arriesgaba a que me echaran de la casa, pero ella me dijo que era completamente legal en la ciudad y hasta necesario, ya que si los perros ladran mucho, los vecinos pueden quejarse, y hasta puedes recibir una multa. No sabía si esto era cierto, pero me dejó pensando…
¿Por Qué los Perros en Quebec No Ladran?
Lo que observé me hizo pensar en cómo aquí en Quebec, la tranquilidad y el respeto por los demás parecen estar a otro nivel. Al principio no sabía por qué el ambiente tan tranquilo que se vive en la ciudad también afectaba a los perros, pero con el tiempo entendí un poco más sobre el tema. En Quebec, la gente tiende a valorar mucho la paz y la calma, y eso, claro, también influye en cómo educan a sus perros. Las prácticas de entrenamiento son muy rigurosas, y hay un enfoque en que los perros sean tranquilos y no molestos.
Además, aquí las regulaciones sobre el ruido son bastante estrictas, especialmente en las zonas urbanas. La gente no puede permitirse tener perros que ladren sin control porque los vecinos se quejan. Eso explica por qué algunos dueños recurren a dispositivos como el que vi en casa de esta familia, buscando mantener el ruido bajo control. Aunque claro, para mí, como mujer latinoamericana acostumbrada al ruido excesivo de ciudades como Caracas, hacerlo eso a los perros me parecía una tortura.
El Papel de las Razas Más Silenciosas
Otro factor que influye es la genética. Al igual que las personas, los perros también tienen una predisposición genética hacia ciertos comportamientos. En Quebec, hay muchas razas que son naturalmente más silenciosas, como el Gran Pirineo, el Bernés de la Montaña y el Border Collie. Estas razas tienden a ladrar menos, lo que tal vez contribuye a esa imagen de que los perros en Quebec son más calmados. Y claro, los quebequenses, con su amor por las razas tranquilas, fomentan esta característica.
El Entorno: Un Factor Clave para el Comportamiento Canino
Pero no solo las razas juegan un papel en esto. El entorno también es crucial. Quebec tiene un paisaje natural impresionante y mucha tranquilidad. Los perros que viven en un entorno libre de estrés, rodeados de espacios verdes, pueden sentirse más relajados y seguros. Esto también se nota en su comportamiento. Los perros en Quebec, generalmente, tienen acceso a una vida tranquila y equilibrada, con ejercicio adecuado, estimulación mental y mucha interacción social, lo que reduce la probabilidad de que se comporten de manera excesivamente vocal.
La Tranquilidad Como Forma de Vida
Ahora, me doy cuenta de que el enfoque hacia los perros en Quebec está muy influenciado por el deseo de mantener la tranquilidad. Pero, sinceramente, cuando lo viví por primera vez, me resultó un poco extraño. Es como si en algunas partes de Quebec, los perros debieran comportarse como accesorios en una vida perfecta, sin molestar. De hecho, recuerdo que, después de esta conversación, la señora de la casa también me comentó que iba a talar un hermoso árbol en su jardín porque las hojas caían y, bueno, ya saben… eso es un «dolor de cabeza» para ella. Mi mente no podía creerlo. ¡¿Quién compra una casa con árboles si no te gustan las hojas?! Pero, claro, estaba en territorio ajeno, y preferí callarme. 😅
Lo que sí es cierto es que Quebec, en su afán de tener un ambiente ordenado y tranquilo, parece que ha llevado este deseo hasta las mascotas. Y aunque para muchos puede ser una solución práctica, a mí definitivamente me hizo pensar, que a veces hay que balancear entre lo que es «bueno» para los demás y lo que nos hace felices a nosotros.