La soledad es un sentimiento universal que puede afectar a cualquiera en diferentes momentos de la vida. Para las personas introvertidas como yo, socializar no siempre es una tarea sencilla. No es que no disfrute la compañía, pero muchas veces necesito mi espacio, mi tiempo para recargar energías, y sobre todo, conexiones genuinas.
En un mundo donde las interacciones cara a cara parecen estar en declive, he estado probando desde hace tiempo aplicaciones para conocer gente, ya sea con fines de amistad, pareja o simplemente para conectar con personas con intereses en común. Y he encontrado de todo. Desde conversaciones agradables hasta situaciones un tanto extrañas que me han hecho dudar sobre este método. Siempre resguardo mi privacidad al máximo porque, ¿cómo confiar en alguien que conoces a través de una pantalla? Sin embargo, he descubierto que esta es una manera muy común en este país para establecer relaciones, y para alguien como yo, puede ser una herramienta valiosa.
Una de las ventajas de estas aplicaciones es la posibilidad de gestionar mejor los encuentros sociales. Para quienes somos más reservados, la idea de tener el control sobre cuándo y cómo interactuar es un alivio. Si algo no me gusta, si veo alguna bandera roja en la actitud de alguien, con bloquear el perfil es suficiente. Se elimina la molestia en un clic y se sigue adelante.
A pesar de todo esto, hay algo en mí que extraña las prácticas antiguas. Me gustaría volver a la idea de escribir cartas, de recibir un sobre con mi nombre y una historia que alguien, en otra parte del mundo, haya escrito pensando en mí. Con mi familia suelo intercambiar postales; es divertido cuando finalmente llegan, pero la mayoría de las que he enviado nunca llegaron a su destino. Tal vez sea el azar del correo postal o simplemente mala suerte, pero aun así, me encanta la idea de esa espera, de ese gesto tangible que tiene un significado especial.
He investigado un poco y descubrí que existen sitios web dedicados a conectar personas interesadas en el intercambio de cartas y postales.
- Postcrossing (www.postcrossing.com): Una comunidad global donde envías postales al azar y recibes postales de diferentes partes del mundo.
- PenPal World (www.penpalworld.com): Un sitio para encontrar amigos por correspondencia de todo el mundo.
- Slowly (www.getslowly.com): Una aplicación que simula el envío de cartas tradicionales con tiempos de espera reales según la distancia entre los interlocutores.
También hay iniciativas pensadas para los más pequeños, onde un muñeco o peluche «sale de viaje» y se hospeda en casa de algún amiguito en otra parte del mundo. Se llama ToyVoyagers (www.toyvoyagers.com), Cada anfitrión cuida del peluche durante un tiempo, le saca fotos y luego lo envía a su próximo destino, compartiendo historias de sus aventuras. Es una forma divertida de enseñar a los niños sobre otras culturas y fomentar la curiosidad y la empatía.
Aunque estas opciones me parecen encantadoras, aún no me he atrevido a probarlas. La idea de esperar pacientemente la llegada de una carta o una postal tiene un encanto especial que las comunicaciones digitales no pueden igualar. Quizás pronto me anime a dar el paso y descubra un mundo de conexiones significativas a través de la correspondencia tradicional. Y si alguno de los lectores quiere escribirme, puede hacerlo a través del correo de la web admin@maruenquebec.com.