Cómo sobrevivir al invierno en Quebec sin perder la cordura

person wearing brown pants and white and red sneakers

El invierno en Quebec es como ese invitado que ya se estaba poniendo cómodo en tu casa y cuando crees que por fin se va, vuelve por su chaqueta, luego se acuerda que dejó las llaves, y así te tiene por semanas. Oficialmente, la primavera está a la vuelta de la esquina, pero si vives aquí sabes que eso no significa nada. Marzo y abril son como un «bonus round» del invierno donde las sorpresas incluyen tormentas tardías y ese charco traicionero que parece agua pero es hielo puro. Pero tranquilo, si has llegado hasta aquí, ya tienes medio camino ganado. Ahora, vamos a ver cómo sobrevivir sin perder la cabeza.

1. Acepta tu destino (y abrígate bien)

Negar el invierno solo lo hace más cruel. Cuando ves a los quebequenses felices bajo la nieve, no es porque tengan una resistencia sobrehumana al frío, es porque han aceptado su destino y se han equipado como es debido. Si aún andas con guantes de tela y un abrigo «de moda», te cuento que es momento de invertir en algo de calidad. Un buen abrigo, botas impermeables y ropa térmica pueden hacer la diferencia entre «soporto el invierno» y «quiero huir al Caribe».

2. Encuentra tu deporte invernal (o finge que te gusta)

No tienes que convertirte en un experto esquiador, pero si te la pasas encerrado, la tristeza del invierno te va a atrapar. Prueba algo: patinaje sobre hielo, raquetas de nieve o simplemente dar una caminata bien abrigado mientras te quejas con un café en la mano. Y si de verdad odias el frío, busca actividades bajo techo: natación, clases de baile o ir a un café con amigos. Lo importante es no quedarte en casa viendo por la ventana con cara de tragedia.

3. La vitamina D es tu mejor amiga

El sol en invierno es como una celebridad: aparece poco y cuando lo hace, todo el mundo quiere aprovecharlo. La falta de luz puede hacer estragos en tu estado de ánimo, así que busca formas de compensarlo. Suplementos de vitamina D, salir a la calle cuando haya algo de luz natural y usar lámparas de luz blanca pueden ayudarte a no sentir que vives en una cueva.

4. Ten un plan de escape mental

Hablar del clima en Quebec es un deporte nacional. Todo el mundo se queja, pero pocos buscan formas de hacer que sea más llevadero. Planea un viajecito (aunque sea imaginario), ve películas que te recuerden el verano o aprende a cocinar algo que te transporte a un lugar cálido. A veces, un buen plato de ceviche o una playlist con música tropical pueden hacer milagros para el ánimo.

5. Aprende a moverte con estilo sobre el hielo

El hielo en las calles es un enemigo silencioso. No importa cuántos inviernos hayas sobrevivido, en algún momento te vas a resbalar. Aprende la famosa «marcha del pingüino»: pasos cortos, centro de gravedad bajo y brazos ligeramente separados. No te preocupes por cómo te ves, porque aquí todo el mundo lo hace. Y si te caes, levántate con dignidad y sigue caminando como si nada hubiera pasado.

photo of mug with hot choco

6. Disfruta los placeres del invierno (porque también los tiene)

A pesar de todo, el invierno tiene sus pequeños placeres: beber chocolate caliente mientras nieva, o el famoso Caribou, envolverte en una manta viendo tu serie favorita, la paz de una ciudad cubierta de nieve o la excusa perfecta para no salir de casa cuando no tienes ganas. Además, hay festivales de invierno, luces navideñas y la magia de los primeros copos de nieve (antes de que te canses de ellos, claro).

7. Recuerda que el invierno tiene fecha de vencimiento

Aunque en este momento parezca que nunca acabará, el invierno no es eterno. Antes de que te des cuenta, estarás guardando el abrigo y quejándote del calor de verano. Sobrevivir al invierno en Quebec es casi un rito de iniciación, y si lo logras sin perder la cabeza, puedes considerarte oficialmente adaptado. Así que ánimo, últimos metros… y si vuelve a nevar en abril, pues bueno, piensa en lo bien que sabrá ese primer café en una terraza cuando el sol decida volver de verdad.

Deja un comentario

Comentarios

No hay comentarios aún. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta